El estrés térmico en el lugar de trabajo puede tener graves consecuencias para la salud de los trabajadores. Actividades como la fundición, minería o fabricación de cerámica, entre otras, exponen a las personas a cargas de calor excesivas que pueden resultar peligrosas. Incluso trabajos al aire libre, como la construcción, presentan riesgos similares.
Factores externos, como el verano o una ola de calor, pueden aumentar aún más este riesgo. Es importante evaluar las condiciones laborales y determinar si existe estrés térmico. En trabajos en interiores sin fuentes de calor, las condiciones de temperatura deben ajustarse de acuerdo a la normativa vigente. Por otro lado, en trabajos en interiores con fuentes de calor o en exteriores, es necesario considerar variables como la temperatura, la actividad física y la zona de descanso.
Durante una ola de calor, las condiciones laborales pueden cambiar significativamente. Las temperaturas en los lugares de trabajo y las zonas de descanso tienden a ser más altas, incluso con sistemas de climatización, que no están diseñados para hacer frente a picos de calor extremo. Ante esta situación, es recomendable realizar una evaluación de estrés térmico, tanto en lugar sin fuentes de calor, como en aquellos donde ya existe el riesgo, para determinar si es necesario tomar medidas adicionales, como períodos de descanso.
Factores de riesgo
El estrés térmico en el lugar de trabajo puede estar relacionado con diversos factores de riesgo que afectan al entorno laboral, a la tarea realizada y a las características del trabajador.
Medidas preventivas
Aclimatación
La aclimatación adecuada es clave para prevenir enfermedades relacionadas con el calor. Se recomienda implementar un programa de aclimatación de 7 a 15 días. Es importante que los trabajadores se adapten gradualmente a las condiciones calurosas. Cuando los trabajadores regresan al trabajo después de períodos sin exposición al calor, es necesario que se vuelvan a aclimatar. Además, se debe promover el mantenimiento físico de los trabajadores, controlando el peso corporal y una alimentación adecuada. Es crucial prestar especial atención a aquellos trabajadores que han estado alejados del calor durante mucho tiempo y han experimentado cambios en su aclimatación.
Reposición de fluidos
La reposición de fluidos es fundamental para prevenir el estrés térmico. Se deben tomar las siguientes medidas: proporcionar agua potable cerca de los puestos de trabajo y fomentar que los trabajadores expuestos beban pequeñas cantidades de agua fresca, cada 20 minutos. De esta manera se asegura una adecuada hidratación y se contrarresta la pérdida de líquido causada por las altas temperaturas.
Nutrición adecuada
Es importante recuperar sales perdidas a través de la alimentación, por lo que se recomienda una dieta equilibrada. Asegurarse de consumir alimentos que proporcionen los nutrientes necesarios ayuda a mantener el equilibrio de sales y minerales en el cuerpo, lo cual es especialmente importante en entornos de trabajo con altas temperaturas.
Medidas de control
Es fundamental implementar medidas de control efectivas para prevenir el estrés térmico en el lugar de trabajo. Esto incluye garantizar una adecuada ventilación y/o climatización general, utilizar ventiladores o equipos de climatización localizados, instalar elementos como persianas para disminuir la temperatura en espacios cerrados, así como utilizar aislamientos y cambiar las superficies conductoras de calor. Estas acciones contribuyen a crear un entorno laboral más seguro y cómodo, reduciendo el riesgo de estrés térmico para los trabajadores.
Medidas administrativas y prácticas de trabajo
Es esencial informar y capacitar a los trabajadores sobre los riesgos del calor, controlar la exposición de aquellos con medicación, reducir tareas pesadas, limitar el tiempo de exposición, promover el trabajo en equipo, habilitar zonas de descanso frescas y proporcionar ropa adecuada. Estas medidas garantizan un entorno laboral más seguro y protegen la salud de los trabajadores frente al calor.
Vigilancia de la salud específica del riesgo de estrés térmico. Controles durante la tarea
Uso de equipos de protección individual
El uso de equipos de protección individual adecuados es fundamental para contrarrestar el estrés térmico. En primer lugar, se recomienda utilizar ropa aislante y reflectante que evite la absorción de radiación térmica. Es importante que esta ropa permita el intercambio de aire y se lleve lo más floja posible para facilitar la disipación del calor. Además, se pueden emplear elementos auxiliares como chalecos de hielo, ropas húmedas o elementos refrigerados por agua o aire para enfriar el cuerpo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el uso de estos equipos puede añadir peso y afectar a la actividad laboral, por lo que se debe considerar su aplicación durante los períodos de descanso en lugar de durante las operaciones de trabajo. Con la utilización adecuada de estos equipos de protección se puede mitigar el impacto del calor en el cuerpo y mantener un entorno laboral más seguro para los trabajadores expuestos al estrés térmico.
En conclusión, el estrés térmico representa un riesgo significativo para la salud y seguridad de los trabajadores en el entorno laboral. Las altas temperaturas, la exposición a fuentes de calor radiante y la realización de actividades físicas intensas pueden poner en peligro la salud y el bienestar de las personas. Es fundamental implementar medidas preventivas para mitigar los efectos del estrés térmico. Al adoptar estas medidas, se puede reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor y crear un entorno laboral seguro y saludable para todos.
Desde FIT Safety estamos capacitados para asesorarte y guiarte, gracias a nuestro equipo altamente cualificado, para que puedas identificar y evaluar los riesgos asociados al estrés térmico, así cómo, adoptar las medidas preventivas necesarias para mitigar o eliminar dichos riesgos. Recuerda que puedes ponerte en contacto con nosotros a través de:
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