El desarrollo de la actividad laboral se debe llevar a cabo en adecuadas condiciones de seguridad y salud para las personas trabajadoras. Para ello, la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL) establece el deber general del empresario/a de garantizar la seguridad y salud de las personas trabajadoras en todos los aspectos relacionados con el trabajo.
Para ello, será necesario integrar la prevención de riesgos laborales en el sistema general de gestión de la empresa a través de la implantación y aplicación de un plan de prevención de riesgos laborales. Los instrumentos esenciales para ello son la evaluación de riesgos laborales (ERL) y la planificación de la actividad preventiva.
Concepto de evaluación de riesgos laborales
El Real Decreto 39/1997 define evaluación de riesgos laborales como:
«El proceso dirigido a estimar la magnitud de aquellos riesgos que no hayan podido evitarse, obteniendo la información necesaria para que el empresario esté en condiciones de tomar una decisión apropiada sobre la necesidad de adoptar medidas preventivas y, en tal caso, sobre el tipo de medidas que deben adoptarse».
Destacan tres aspectos fundamentales de la ERL:
¿Cuándo es necesario realizar la ERL?
La LPRL establece que el empresario/a deberá realizar una evaluación inicial de los riesgos teniendo en cuenta, con carácter general, la naturaleza de la actividad, las características de los puestos de trabajo existentes así como de las personas trabajadoras que deban desempeñarlos.
Además, el Reglamento de Servicios de Prevención señala que, «a partir de dicha evaluación inicial, deberán volver a evaluarse los puestos de trabajo que puedan verse afectados por:
- La elección de equipos de trabajo, sustancias o preparados químicos, la introducción de nuevas tecnologías o la modificación en el acondicionamiento de los lugares de trabajo.
- El cambio en las condiciones de trabajo.
- La incorporación de un trabajador cuyas características personales o estado biológico conocido lo hagan especialmente sensible a las condiciones del puesto.»
Proceso de evaluación de riesgos laborales.
Para alcanzar el objetivo final de la ERL, es fundamental planificar adecuadamente el proceso de forma que resulte efectivo, evitando la pérdida de tiempo y recursos en evaluaciones de poco valor práctico.
Algunas consideraciones relativas al proceso de la ERL son:
Etapas del proceso de evaluación de riesgos
Planificación, implantación y verificación de las medidas preventivas
La información resultante de la ERL servirá al personal evaluador para proponer las medidas preventivas que mejor se adapten al puesto evaluado atendiendo a los principios de la acción preventiva y, aplicando el «principio de precaución».
El empresario/a analizará las medidas preventivas propuestas y, procederá a su aprobación incluyéndolas en la planificación de la actividad preventiva.
Una vez implantadas, se pueden presentar dos situaciones:
- Las medidas preventivas han eliminado el riesgo: será necesario únicamente proceder a la reevaluación.
- Las medidas preventivas no han eliminado el riesgo: será necesario verificar la eficacia de las medidas preventivas, comprobar que permiten controlar el riesgo.
En FIT Safety contamos con un equipo técnico ampliamente preparado para poder asesorarle y ayudarle a la hora de desarrolla la evaluación de riesgos laborales y la actividad preventiva de su empresa. Recuerda, que puedes ponerte en contacto con nosotros a través de:
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Fuente: Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo.